Como la vida imita al ajedrez

Se que muchos que han leído mi blog ha sido una por la "suerte" de tener una entrada que ponía un reto interesante, pero para quien gusta de lo que comparto, quiero comentar que soy un asiduo lector de blogs de otras personas en el idioma español, y en esas aventuras lectoras he logrado encontrar artículos, resúmenes, opiniones de diversos tipos, y hoy elegí esta opinión sobre un libro de Garry Kasparov. Espero disfruten la lectura...

Garry Kasparov fue el campeón mundial más joven de la historia. A la edad de 22 años logro consagrarse con ese título y aún más importante logró mantenerlo por 15 años seguidos.

En su libro titulado como la vida imita al ajedrez (How Life Imitates Chessdescribe como la manera de pensar del día a día (y sobre todo en la política) se asemejan al juego de los trebejos. De aquí algunas ideas para recordar.

El Ajedrez se juega sobre un tablero de 64 casillas con 32 piezas, 16 bancas y 16 negras. El total posible de combinaciones (es decir de jugadas) que se pueden hacer es de 10 elevado a la potencia 120. Es decir un 1 seguido de 120 ceros.
Este número es mayor que el total calculado de átomos en todo el Universo. Las computadoras más potentes hoy en día pueden ver todas las posibilidades en un juego con 8 fichas, pero están muy lejos y lo estarán por décadas en llegar a 32. Esta increíble variedad es la primera semejanza con la vida y sus infinitas posibilidades.

En el ajedrez existe una jugada llamada “La trampa Siciliana de Magnus” en donde uno de los jugadores le “regala” una pieza (un peón) para que lo capture su oponente. Si el oponente es codicioso acepta la “facilidad del regalo” pagará por su codicia con la perdida de una pieza mucho más importante y el partido en las próximas 3 jugadas, lo cual nos hace desconfiar en la vida de las cosas demasiado fáciles.   

Al comienzo de un partido el Rey es la pieza más indefensa, pero al llegar al final cuando las mayoría de las piezas ya no están se vuelve una pieza de ataque y bien jugado define el partido. Lo cual nos habla de cómo las protagonistas cambian según el momento.

Todos aquellos jugadores avanzados de ajedrez no solo pueden ver su jugada y la siguiente, sino que pueden predecir 15 o incluso más jugadas por anticipado. Es decir saben su jugada, la contestación de su oponente, su contestación y así sucesivamente. Es decir que cuando hacen algo saben (o juegan) con lo que va pasar en el futuro.  Gary Kasparov comentó que cuando él juega el analiza el perfil psicológico de su oponente y ve toda la evolución de la partida por anticipado y las posibles contestaciones acorde a como es la persona que tiene enfrente, ya sea más agresivo o más cauto.

Cuando vemos lo que pasa en la política, o en los negocios  o en el universo de las relaciones humanas y creemos que se deben las cosas a la casualidad o a la espontaneidad, tal vez nos deberíamos preguntarnos si estamos frente a un jugador de ajedrez, aunque esta persona nunca se haya sentado frente a un tablero.



Articulo tomado del blog 

La Persistencia de la Memoria (de Gonzalo Federico Moreno)

http://gmonkblog.blogspot.mx/

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